Nuestro colegio posee como una de sus cualidades esenciales la característica ser una Escuela Católica, que sigue los principios de la Fe dirigidos y orientados la Iglesia y el Santo Padre. Debe por tanto focalizar sus esfuerzos en operacionalizar por medio de este proyecto los principios rectores de su quehacer. A continuación explicitamos el ideario – fundamento de nuestra práctica evangelizadora y educativa.
 
3.1 Nuestra Institución: Comunidad Educativa A continuación explicitamos el ideario – fundamento de nuestra práctica evangelizadora y educativa.
 
3.1.1. Propiciamos una comunidad educativa inspirada en el Evangelio de Cristo y en la misión salvífica de la Iglesia, cuya finalidad es la formación integral de la persona, con el sello del Amor Misericordioso del Corazón de Jesús, reflejado en el espíritu de reparación y opción por los pobres, según el carisma de la Congregación de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús.
 
3.1.2 Propiciamos una comunidad educativa cuyos miembros se integren, se sienten acogidos y se incorporen a un ambiente escolar caracterizado por la alegría, optimismo, espontaneidad, trato cordial y amistoso, en un Colegio pluralista en la admisión de sus miembros, mediante un compromiso de adhesión y respeto a los objetivos institucionales.
 
3.1.3 Propiciamos una comunidad educativa cuyos miembros promuevan un estilo de formación Integral, ofreciendo a la alumna un servicio educativo de calidad, facilitando la Inserción crítica y constructiva en la sociedad, de acuerdo al carisma congregacional, y donde se ofrezcan los medios para evangelizar la cultura, a través de las distintas actividades curriculares sistemáticas.
 
3.1.4 Propiciamos una comunidad educativa en que las actividades curriculares que se realizan en el Colegio favorezcan la formación integral de las alumnas, se promueven instancias de reflexión, se faciliten medios de desarrollo personal y profesional a los docentes, y se ofrezca a las familias la oportunidad de una mayor formación humana y cristiana. Con ello se crea un ambiente educativo que favorece el conocimiento personal y la superación humana, intelectual y espiritual de las alumnas.
 
3.1.5 Propiciamos una comunidad educativa que ofrezca un servicio al prójimo, ofreciendo educación gratuita a alumnas talentosas de familias más necesitadas, para que puedan acceder a una educación de calidad, que forme personas cristianas comprometidas con la Iglesia, que sepan conocer y respetar la dignidad de todo ser humano, viendo en cada uno la imagen y presencia de Dios.
 
3.1.6 Propiciamos una comunidad educativa cuyo estilo de formación facilite a nuestras alumnas la inserción en la cultura a partir de la reflexión crítica, la capacidad de diálogo y la acción solidaria, que les permita interrelacionar fe, cultura y vida a través de un pensamiento crítico y de adaptación frente a los cambios y avances tecnológicos, bajo la mirada del Evangelio de Cristo.
 
3.1.7 Propiciamos una comunidad educativa cuyos educadores evangelicen la cultura, educando desde la Fe, donde se perciba coherencia entre los valores que sustenta y los que vive con los miembros de la comunidad, en una misión como expresión auténtica de su vocación de servicio y apostolado, formando mujeres con una visión del mundo, de la vida y del hombre centrada en Cristo e iluminada por la Fe.
 
3.1.8 Propiciamos una comunidad educativa donde la familia es la primera responsable de la formación humana y cristiana de sus hijos; comparte y testifica los valores evangélicos que sustenta el colegio, vive en un ambiente de diálogo, afecto, respeto y crecimiento continuo y asume la catequesis sacramental y familiar como un llamado a la conversión.
 
3.1.9 Propiciamos una comunidad educativa compuesta por diversos estamentos congregados en un solo cuerpo por estructuras de participación y comunión que hacen realidad su proyecto de vida y permiten a cada uno de sus miembros asumir su lugar en la comunidad como servicio en beneficio de todos, en que todos sus integrantes sientan una pertenencia e identificación con su Proyecto Educativo, en que la participación sea una invitación constante a superar el individualismo y la indiferencia, la competitividad y la desconfianza entre los miembros de la comunidad educativa.